PAPER: LA CIUDADANÍA COMO AGENTE PARTICIPATIVO EN LA RADIO LOCAL

 LA CIUDADANÍA COMO AGENTE PARTICIPATIVO EN LA RADIO LOCAL

Lizbeth Alexandra Encalada Cubas

Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación

Resumen

Las radios comunitarias son un medio de comunicación participativo que permite y apoya a la ciudadanía en la generación de propuestas para el desarrollo humano local, en donde los mismos ciudadanos son los protagonistas. En el marco educativo, la radio comunitaria es una herramienta que permite a los niños y jóvenes crear sus propios contenidos, brindar sus opiniones para la construcción fundamental y significativa de la identidad de su comunidad. 

En el presente artículo se hace incidencia en el potencial participativo y desarrollador que posee la radio comunitaria para con las comunidades rurales o urbano-marginales. 


Palabras clave: Radio comunitaria, participación ciudadana, comunicación, comunidad


Introducción


En la actualidad, debido al avance de la tecnología y el mundo virtual en el que nos encontramos, el internet nos proporciona un sinfín de maneras para acceder a sus servicios. Los medios de comunicación informan de manera muy rápida a la ciudadanía donde quiera que esté,  sin tener que mediar el tiempo o espacio, sin embargo, a pesar de todos estos avances, aún existen lugares recónditos en nuestro planeta donde la señal para acceder a estos servicios todavía está muy lejos de percibirse. Estos lugares, mayormente, son las zonas rurales alejadas de las grandes ciudades, donde su población vive en una gran precariedad, sin servicios básicos para sobrevivir y dónde el único medio vigente para hacer saber los  intereses y preferencias de la población es la radio.

Las radios comunitarias que por su ubicación geográfica están más cerca de la gente, la cual se expresa sobre asuntos de su interés, con el fin de buscar propuestas de cambio y una mejora de la convivencia de los ciudadanos de la comunidad. 


Un medio comprometido con el desarrollo humano de las comunidades más alejadas


En este contexto, se entiende a la radio, no como un medio de comunicación que se limita solo a informar, sino como un medio activo, comprometido en la solución de los problemas de su comunidad, es decir, hablamos de la radio ciudadana, aquella que “se identifica con su localidad,  con la realidad de la población, como medio busca generar propuestas a través del diálogo pero no se inhibe de formular alternativas, además tiene un enfoque de desarrollo humano local porque cree en la ciudadanía y su capacidad de propuesta como base de la democracia”(Hoeberichts, 2001, p. 47).


 Las radios ciudadanas abren espacios de participación en las comunidades

Entonces, la radio ciudadana, siempre debe estar abierta a su audiencia y no puede prescindir del vínculo que tiene con su comunidad debido a que nace de la necesidad con el objetivo de  “democratizar la palabra, en busca de una sociedad más justa, equitativa y solidaria” (Mullo el at. 2019, p.1). De esta manera, favorece la comunicación horizontal o a la unidireccionalidad de la comunicación, donde la audiencia no solo es vista como un espacio geográfico y humano que solo necesita y recibe por parte del Estado, sino que la población también es vista como un agente generador de propuestas y soluciones para los problemas que afectan su comunidad, lo cual resulta de mucho interés para los diversos grupos humanos, especialmente de los sectores más marginados e ignorados por los medios masivos de comunicación, ya que en la radio comunitaria han encontrado una puerta para expresar sus inquietudes, proponer salidas viables a sus problemas y manifestar sus diversas actividades haciendo énfasis en sus tradiciones y costumbres (Flores, 2006).


Lo que realmente implica hacer radio comunitaria


Hacer radio comunitaria, no es suponer que tal o cual localidad necesita una obra y se informa sobre eso, sino que implica la participación por parte de los ciudadanos de esa comunidad. Pero no una participación de como comúnmente nos imaginamos, como llamadas telefónicas, invitados en cabina o personas que llaman para pedir algún consejo, sino que tiene que ver con la participación activa y autónoma de los locales , representantes de movimientos sociales y otras formas de organización colectiva en los procesos de programación, creación y planificación y gestión de las estaciones, es decir,  “promover espacios de participación ciudadana en la sociedad, con el fin de que los ciudadanos sean partícipes en la gestión de las autoridades y puedan dar a conocer sus propuestas y negociarlas” (Hoeberichts 2001, p.48). Además, las radios comunitarias deben tener un enfoque de desarrollo local, asumiendo un comportamiento ciudadano porque ante los problemas que afectan a una comunidad, elaboran propuestas en beneficio de todas las personas, recogiendo las opiniones de todos ellos y un diálogo heterogéneo con los demás para actuar convenientemente.

Es así que hacer radio comunitaria implica una serie de acciones y características que no necesariamente son exclusivas o un prototipo de esta misma, pero que sí son importantes en la labor que hacen las radios ciudadanas, ya que tiene el compromiso de aprender a observar, escuchar y a sentir con su público, sin quedarse solo en cumplir el papel de difusora, sino que se va a encargar de que sus oyentes propongan alternativas basadas en sus propias experiencias para la mejora de su comunidad.

En Chiclayo, la emisora comunitaria “JHC” es un claro ejemplo de esto porque educa y culturiza a la población, brindando información y producción de calidad, entretenimiento, asesoramiento comunicacional, orientación y servicio a la comunidad, teniendo como finalidad, generar corrientes de opinión pública en la población para formar ciudadanía especialmente en los sectores excluidos de la región. En la actualidad, su programa “línea directa” de la mano con Osiptel,  ofrece un espacio de orientación que resuelve las dudas de la ciudadanía sobre los servicios de telefonía móvil, cable o internet, dándole seguimiento a los problemas que presentan las personas respecto a este tema, pero además, brinda apoyo en la comunidad en general y hace hincapié en temas relacionados con el cuidado del medio ambiente, como la recolección de la basura, el reciclaje y reutilización de distintos productos, siendo así, una emisora ejemplar sobre las prácticas de comunicación ambiental con incidencia para el cambio social pues propone informar y propiciar participación para la gestión ciudadana responsable con el medio ambiente.



La radio ciudadana como garante del desarrollo sostenible


Este ejemplo, nos revela la labor educativa que tiene la radio comunitaria en los residentes, pero este tipo de proyectos, llevados a los colegios o escuelas rurales, también ayudarían significativamente a la solución de problemas. Se incentivaría a los niños y jóvenes a ser partícipes del desarrollo de su comunidad. 


Un puente de participación para el desarrollo juvenil 


Generalmente, en las zonas rurales o urbano-marginales, los niños y jóvenes no tienen las herramientas necesarias para enfrentarse a los problemas que les aquejan, inclusive a veces, no logran identificar el problema aunque este exista. La falta de comunicación en estas zonas, es abundante, los niños, niñas y jóvenes tienen limitaciones respecto a lo que les depara el futuro, ya que cuando se les suele preguntar qué carrera profesional desean seguir, normalmente responden algunas de las profesiones básicas como doctor, profesor o policía y nada más, aunque ni siquiera les guste eso. Al no haber suficiente información que les guíe y amplíe sus horizontes, no se dan cuenta que en el mundo existen una serie de profesiones que pueden seguir. Desde mi experiencia, como persona que creció en una comunidad rural, nunca me habría imaginado que mediante la radio podría haber descubierto esos horizontes, no solamente siendo receptora de información, sino que también siendo partícipe, pero lamentablemente, como dice Las Otras Voces” (2005), en el cuadernillo de Aprender con la radio, a este sector de la población, “pocas veces se los percibe como participantes activos en el desarrollo de su propio futuro” (p.11).  No obstante, se debe aceptar que así como los adultos, los niños y jóvenes también tienen sus propias opiniones, sus propias ideas, realidades e intereses, por lo que se les debe prestar atención y brindarles un espacio para que a través de la participación, propongan sus propias alternativas de solución, y mediante la radio se puede tender puentes para ello, con un “diálogo que estimula la posibilidad de conocer, comprender y comunicarse. Y es una oportunidad para promover la participación de las niñas y los niños en la vida de sus comunidades” (Las Otras Voces, 2005, p. 20).



La radio comunitaria brinda un espacio para que los jóvenes propongan sus propias alternativas de solución


En esa misma línea, establecer medios de comunicación donde los niños, niñas y jóvenes puedan intercambiar opiniones y además, puedan establecer una dinámica de creatividad y producción independiente, resulta fundamental para su desarrollo y la búsqueda de soluciones a sus problemas, pero sería aún más interesante que las producciones escolares no se quedaran ahí, sino que se convirtieran en una construcción fundamental y significativa sobre la identidad de su comunidad, como dice Rodríguez (2011), “podemos trabajar para que los chicos y chicas se apropien de otro concepto de comunicación marcado por el diálogo, un ejercicio que construya una sociedad más justa y participativa” (p. 8).

Es preciso mencionar el aporte de Huergo (2007) citado en Navarro y Aguirre (2019), sobre el uso de las tecnologías en educación, lo que él llama trabajar con “biografías tecnológicas” de docentes, estudiantes y la comunidad implicada, haciendo referencia a las historias claves que acompañan y resignifican la apropiación de los medios, experiencias que vinculan de diversos modos las tecnologías y que se trata de un espacio de expresión dentro de la radio comunitaria donde llegan de distintas maneras, profesores, alumnos y agentes de cambio de la comunidad. Esta aproximación a la radio, en ciertas situaciones, dota de nuevos sentido a sus vivencias, por ejemplo, la población adulta se reconecta con la música tradicional del lugar que es suyo, mientras que a los jóvenes les permite reconocerse, identificarse y dialogar con su cultura. 

Entregarle la confianza a los jóvenes de que también pueden ser partícipes del desarrollo de su localidad, es hacerlos sentir útiles y escuchados porque “los jóvenes también tienen la posibilidad de ser emisores para fortalecer su derecho a la comunicación, lo que les permite desarrollar pensamientos críticos respecto al consumo de los medios y los modos en los que representan la realidad, producir sus propios mensajes; crear y experimentar a través de los diversos lenguajes, participar en decisiones y acciones que transformen y mejoren la vida de su comunidad” (Rodríguez, 2011, p. 9). 


El discurso radiofónico: la armonía radial de una emisora


Promover la participación de la ciudadanía dentro de la radio es generar empatía con la población sobre los distintos problemas que los aquejan, también implica comprender y entender temas que, generalmente, son de manejo exclusivo de autoridades, asesores y funcionarios de los ámbitos de decisión. En otras palabras, es participar en los asuntos públicos y vigilar el cumplimiento de las decisiones. Es justamente así como la radio se convierte en un espacio de diálogo, de análisis, de búsqueda de propuestas y salidas ante un determinado problema.

Cada individuo y cada comunidad tiene una manera distinta de expresar sus problemas y de manera individual se pueda dar al manifestar una posición social de acuerdo con el grupo social perteneciente y a partir de su propia construcción cultural. Esto conlleva a un mejor empleo del discurso radiofónico, ya que “los mensajes sonoros en la radio comunitaria se pueden considerar como una sucesión ordenada, continua y significativa de los sonidos elaborados por personas” (Morillo, 2015, p. 22). No obstante, las funciones de la radio como medio de difusión y de comunicación, de cierta manera han ido opacando y condicionando las posibilidades de crecimiento y el proceso de desarrollo de la función expresiva y estética con la que cuenta este medio y, ello se debe a la “constante reproducción de patrones radiales que homogeneizan las formas de producción mediante programaciones similares y contenidos repetidos bajo el mismo modelo de transmisión y programación radiofónica” (Mamani, 2006, p. 7).

Atendiendo al servicio de orientador que tiene la radio,  en la construcción de las imágenes audibles, participan las variables del lenguaje radiofónico como la palabra, la música, los efectos sonoros y el silencio y, la radio para las comunidades tiene un lenguaje propio. Entonces, resulta interesante, la reconstrucción de los hechos, personajes, épocas y escenarios que se puede hacer con la radio, con ello se estimula la imaginación y la evocación de ideas , puesto que no hay lugar para una concretización visual.


Video de autoría propia basado en el discurso radiofónico


El lenguaje hablado juega un papel importante, dado que se puede utilizar la voz para expresar lo que se piensa, lo que se siente a través de las palabras y es la columna vertebral del lenguaje radiofónico, además es complementado de otros recursos que le dan riqueza al discurso, es decir, “las propiedades del lenguaje verbal tienen valor por sí mismas, pero se refuerzan al combinarlas con los recursos que ofrecen la música y los efectos” (Soengas, 2005, p. 121).

La voz también denota significación porque es la única herramienta que permite al locutor transmitir información complementaria como las gestos, las muecas o las expresiones faciales que normalmente aparecen en otros medios que sí tienen a su disposición el uso de la imagen, por eso, Soengas (2005), afirma los siguiente: “Es verdad que la voz humana es el elemento más versátil de todos los que componen el lenguaje radiofónico o, por lo menos, es el más fácil de adaptar a las diferentes exigencias narrativas que se plantean en la radio” (p. 112).

En fin, más allá de las capacidades que tienen los recursos utilizados de manera individual o colectiva, la articulación y la combinación de los cuatro elementos del lenguaje radiofónico, son ellos los que finalmente conformarán la armonía radial de una emisora.

En conclusión, la experiencia cotidiana de la radio ciudadana, demuestra que es una concesión de servicio público mediante el cual, un medio de comunicación ofrece a la ciudadanía la posibilidad de producir sus propios contenidos, de acuerdo a sus intereses para que su comunidad logre su desarrollo y por lo tanto, es un derecho humano fundamental. 


REFERENCIAS

  • Flores, M. (2006). La influencia de las radios comunitarias: caso radio Ayabaca. [Tesis de pregrado en Comunicación]. Universidad de Piura. Facultad de Comunicación. Piura, Perú. https://pirhua.udep.edu.pe/bitstream/handle/11042/1721/INF_178.pdf?sequen

  • Hoeberichts, A. y Lopez, M. (2001). Guía para la acción. Comunicación y radio para el desarrollo local. Una propuesta latinoamericana a partir de la radio ciudadana en el Perú. Ediciones Abya-Yala

  • Las Otras Voces. (2005). Aprender con la radio. Reflexiones y actividades para promover la participación comunitaria. Las Otras Voces.

  • Mamani, I. (2016). La estética radiofónica en el discurso de FM Comunitaria La Voz Indígena. Questión, 1(52), pp. 367-384. http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/57933/Documento_completo.pdf?sequence=1&isAllowed=y

  • Morillo, J. (2015). El lenguaje radiofónico para la resemantización social en las emisoras comunitarias del municipio de San Francisco. [Tesis de posgrado de Maestría en Comunicación]. Universidad privada Dr. Rafael Belloso Chacín. Maracaibo. Venezuela. http://virtual.urbe.edu/tesispub/0103920/cap02.pdf

  • Mullo, A., Toro, y Álvarez, L. (2019). Participación ciudadana en la radio comunitaria en la región central de Ecuador. Universitas, 31, pp. 175-196. https://doi.org/10.17163/uni.n31.2019.09

  • Navarro, F. y Aguirre, J. (2018). Una experiencia radial escolar y comunitaria en Pilcaniyeu, Río Negro, Argentina. Universitas, 28, pp. 177-192. https://doi.org/10.17163/uni.n28.2018.09

  • Rodríguez, L. (2011). Ponele onda. Herramientas para producir radio con jóvenes. Ediciones La Tribu.

  • Soengas, X. (2005). El discurso radiofónico. Particularidades de la narración sonora. Prisma.com, (1), 101-127. https://ojs.letras.up.pt/index.php/prismacom/article/view/2149 


El audio del diálogo realizado a los dos académicos de la comunicación se encuentra en el blog de mi compañera 
https://mabelperezunprg.blogspot.com/

Comentarios

  1. Lizbeth,
    Aprecio tu voluntad por crear e innovar, pero algunas de tus afirmaciones no están acompañadas de sustento funcional. Bajo la premisa que todos los medios difunden información con fines de ser consumidos y que, al darse su apropiación, se convierte en bien con dimensión educativa ¿Qué medio no podría estar en esa relación?
    El paper es bueno, con excepción de lo que te digo. Buen trabajo.

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